martes, 5 de junio de 2012


Grupos de comida para niños.

Leche y productos lácteos.

La leche entera y los productos lácteos grasos son una buena fuente de vitamina A, que ayuda al cuerpo a combatir infecciones y es necesaria para una piel y vista sana.

Desde el año de edad, puedes sustituir la leche materna o leche adaptada por la leche de vaca o seguir dando el pecho. Más o menos tres tomas de leche al día proporcionarán el calcio que el niño necesita para desarrollar unos huesos y dientes fuertes. La leche puede darse bebida o en alimentos hechos de la leche, como el queso o el yogur. La leche semidesnatada puede introducirse hacia los dos años de edad, se la proporcionará al niño si es buen comedor y está creciendo bien para su edad.

La leche desnatada no contiene suficiente grasa por eso no está recomendada para los niños menores de cinco años.

Alimentos con almidón.

Los alimentos con almidón proporcionan energía, nutrientes y fibra. Tanto si hay pan o cereales en el desayuno, patatas, arroz o pasta, muchos niños no necesitan estimulación para comer alimentos de este grupo.

También puedes dar al niño alimentos integrales como el pan integral, pasta y arroz integral. Sin embargo, no es bueno darles sólo alimentos integrales porque pueden saciarles antes de que tomen las calorías que necesitan.

No añadid salvado a los cereales o usad cereales enriquecidos en salvado puesto que pueden interferir con la capacidad del cuerpo a absorber minerales, como el calcio y el hierro. El hierro es esencial para la salud del niño. La falta de hierro puede provocar anemia que puede frenar el desarrollo físico y mental del niño.

Si el niño no come carne o pescado tendrá suficiente hierro si le das mucha cantidad de:
-               - Cereales enriquecidos en el desayuno
-               - Verduras verde oscuro
-               - Pan
-               - Alubias y lentejas
-               - Frutos secos, como albaricoques, higos y ciruelas.

Carne, pescado y otras proteínas.
Los niños pequeños necesitan proteínas y hierro para crecer y desarrollarse. La carne, el pescado, los huevos, las nueces, las legumbres (ejemplo: alubias, lentejas y guisantes) y la comida hecha de legumbres (ejemplo: tofu, hummus y brotes de soja) son excelentes fuentes de proteínas y hierro. Intenta dar al niño una o dos raciones de este grupo cada día.

La carne y el pescado también contienen zinc, que es importante para la cicatrización de las heridas y hace que muchos de los procesos del cuerpo funcionen correctamente.

Frutas y verduras.
Las frutas y verduras contienen muchas vitaminas, minerales y fibra. Esto es bueno para introducir muchos de los diferentes tipos de alimentos desde una temprana edad, ya sean frescos, congelados, enlatados o deshidratados. Asegúrese que las frutas y vegetales están incluidos en todas las comidas. Si es posible, dad una variedad de verduras verdes (como el brócoli y el repollo) y verdura amarilla o naranja (como el colinabo, las zanahorias y el calabacín) y frutas (ejemplo: albaricoques, mango y melocotones)

Las diferentes frutas y verduras contienen diferentes vitaminas y minerales, así  lo mejor es que su niño coma más variado.

Grasas.
Los niños pequeños, especialmente los que tienen menos de dos años, necesitan la energía concentrada que se encuentra en los productos grasos. Además algunas vitaminas están sólo en las grasas. Por eso los alimentos como la leche entera, el yogur, el queso y el pescado en conserva son muy importantes.

Una vez que el niño tenga dos años puedes disminuir la cantidad de grasa en la dieta. Algunos productos incrementarán los niveles de grasa saturada o grasa “mala” en la dieta de su niño. Las hamburguesas baratas, papas, patatas fritas, galletas, tartas y alimentos fritos, contienen un alto nivel de grasas saturadas.

Aunque tienden a ser populares en niños y adultos, es mejor limitarlos a cualquier edad para mantener la salud de la familia. Una vez su niño ha ingerido las cantidades adecuadas de los otros cuatro grupos principales se le puede añadir como “extra” uno de estos alimentos.

Azúcar.
Para ayudar a mantener sanos los dientes del niño (además de cepillárselos regularmente y visitar al dentista), limitad la cantidad de azúcares añadidos que se encuentran en bebidas con gas, zumos, dulces, pasteles y mermeladas. Si les das estos tipos de alimentos y bebidas, dáselos a la hora de comer y no entre horas.



Sal.
No es necesario añadir sal (cloruro de sodio) a la comida de sus hijos. La mayoría de las comidas ya contienen suficiente sal. El exceso de sal puede hacer que a su hijo le gusten los alimentos salados y producirle hipertensión de adulto. Toda su familia se beneficiará si poco a poco se reduce la cantidad de sal al cocinar.

Los bebés de hasta un año de edad no deben tomar más de 1 gr de sal al día. La cantidad máxima es de 2 gr de sal al día para niños de uno a tres años y de 3 gr al día para niños de cuatro a seis años. 

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